¿En cuántas ocasiones no han escuchado esta frase: “Si no te quieres a ti mismo nadie lo hará”?
Que tan entrelazado está esto con la realidad, en muchas ocasiones observo a la gente quedarse hipnotizados en el espejo, hacer de él un placer privado que al igual que a mi han pasado varios recuerdos de quererme cambiar la boca, la nariz, y conozco a mucha gente que se siente vulnerable y tímido a la vez, entonces voy al hecho de que quererse a uno mismo depende mucho del entorno en que vivimos, y no es por nada pero estar en una sociedad llena de hipocresía y prejuicios no ayuda a que la persona se sienta bien. Cuando una persona se quiere poco todos le damos consejos de como valorarse, tener autoestima, pero cuando nos encontramos con una persona que se autovalora la atacamos de creída, egoísta etc. etc.
Un filósofo ingles decía que; es mejor ser un humano insatisfecho que un cerdo satisfecho. Yo creo que no hay que llegar a ese extremo. ¿No cabe la opción de ser un hombre, por lo general, satisfecho? No somos perfectos ni lo vamos a ser nunca, no tenemos tiempo. Siempre habrá cosas que no nos gustarán y viviremos intentando cambiarlas y mejorando como personas.
Como personas tenemos esa pisca en nuestros genes de insatisfacción en la que si somos grandes queremos ser un poco más altos o más bajos , mientras vemos alguna serie, queremos ver el próximo capítulo hasta donde termine, cuando leemos un libro, queremos empezar otro, mientras conocemos más, queremos saber más, pero hasta qué punto llegamos.
Por tanto pienso que la mejor manera de quererse a uno mismo es interactuando con nuestros semejantes como: tratando a los demás con amor y respeto, perdonando, abrazando, dejando de ser perfecto ante los demás, porque todo lo que hacemos tiene consecuencias y en la medida que vivamos con un mayor nivel de consciencia estaremos ayudando a las personas con las que nos relacionamos y también a los más jóvenes, a los que vienen detrás de nosotros en este misterioso camino que es la vida.
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